Navidad en Nueva York

No es de extrañar que cuando llega la navidad los viajes a Nueva York se incrementen considerablemente. ¿Qué hace que esta ciudad sea tan especial en ésta época del año? Aquí te damos las claves:

En primer lugar su ambiente. Da igual que haga frio y que nieve. Los neoyorquinos se abrigan hasta arriba y salen a consumir frenéticamente. La ciudad es un gran escaparate que solo quiere captar tu atención. Miles de luces, colores, gente de aquí para allá, villancicos, árboles de navidad y pistas de patinaje te harán revivir las películas que has visto durante toda tu vida. Eso es lo que gusta de la Gran Manzana.

Pese a que Nochebuena no vayas a encontrar a mucha gente en la calle, ya que habitualmente es una celebración familiar, Nochevieja es la gran fiesta. Si quieres ir, acércate a Times Square  desde media tarde para coger sitio. Disfrutarás de pregones y conciertos hasta media noche, donde se dará la bienvenida al nuevo año con la bajada de la famosa bola de cristal de 1.8 metros.  Los fuegos artificiales llenarán el cielo de la ciudad y el confeti caerá a raudales. Si no eres mucho de fiestas y te apetece celebrar esta fecha de otra manera, puedes ir a Central Park y participar en la maratón de 4 millas “Midnight Run”.

Si vamos a Nueva York pero no vamos a pasar allí Fin de año, no pasa nada, te proponemos otras cosas que hacer:

La gente suele ir a Rockefeller Center, el centro comercial más grande del mundo, donde hay un inmenso árbol de navidad lleno de luces que gustará a todos. Hay más de 25.000 bombillas así que es un espectáculo asegurado. Además, aquí se reúnen los mejores “envolvedores de regalos”, desde amateurs a profesionales que demuestran sus habilidades para conseguir un premio de 10.000 dólares.

Hasta el 16 de enero podréis además disfrutar del Holiday Train Show en el jardín Botánico del Bronx, donde se ha colocado una inmensa maqueta de trenes que hacen una representación invernal con réplicas de los monumentos de la ciudad hechos con plantas y materiales naturales.

Haz lo clásico de lo clásico: patinar en la pista de hielo. Mucha gente piensa que solo hay pistas de hielo en Rockefeller Center, Bryant Park o Wollman RInk, pero lo cierto es que éstas son las famosas, por toda la ciudad hay otras muchas que no estarán tan abarrotadas. Se encuentran bajo el puente de Brooklyn, en Riverbank ( Hudson River con la 145), El Museo de Historia Natural, en Lasker Rink ( Central Park con las calles 106 y 108) etc.

Da un paseo por Central Park. Es gigantesco, precioso en cualquier época del año y más en navidad cuando nieva. Abrígate bien y adéntrate en el oasis neoyorkino disfrutando de todo lo que te ofrece. Si es con un hot dog o un café en las manos mucho mejor. Haz fotos y verás lo bonitas que quedan.

Y la joya de las joyas de Nueva York en navidad es sin duda sus mercados callejeros. Tenemos en todas partes: Columbus Circle, Union Square Park, Bryant Park, Grand Central Terminal… donde encontraremos todo tipo de objetos: ropa, cerámica, juguetes, bisutería etc. Ideal para realizar las últimas compras antes de volver a casa.