La historia del Roscón de Reyes

Seguro que más de uno lleváis toda la semana desayunando el Roscón de Reyes que sobró el día 6, una tradición que muchos respetamos año tras año. Pero, ¿sabéis de dónde viene la tradición del Roscón?

Su origen se remonta ni más ni menos que al siglo II a.C, cuando los esclavos campesinos celebraban el fin de la temporada de siembra y duro trabajo en el campo comiendo unas tortas redondas hechas con higos, dátiles y miel. Estas celebraciones eran conocidas como "las Saturnales", en honor a Saturno, el dios de la agricultura y las cosechas. Durante estas fiestas los esclavos quedaban liberados de cualquier trabajo (un buen motivo para celebrarlo, desde luego).

Unos 500 años más tarde, en el siglo III d.C se introdujo la costumbre de meter en la torta la famosa haba, símbolo de prosperidad y fertilidad, así que al afortunado que le tocaba le esperaba, en teoría, un gran año.

Como ocurrió con muchas otras fiestas y celebraciones paganas, al imponerse la religión católica en el Imperio Romano, "las Saturnales" desaparecieron como tal pero no así la costumbre de comer la torta (y desfasar un poco, por qué no decirlo).

En algunos lugares la tradición de la torta continuó muy arraigada, como en el caso de Francia. Se cuenta que en el siglo XVIII el cocinero de Luis XV, en un alarde de peloteo, introdujo una moneda de oro en la torta del monarca. La idea triunfó y se extendió rápidamente (entre los que podían permitírselo claro), por que el haba dejó de ser un símbolo de fortuna.

Hoy en día hemos cambiado torta por Roscón y moneda de oro por figurita de cerámica, pero el haba se mantiene. Y ya sabéis, al que te toque le toca pagar el Roscón... ¡Por "tontolaba"!