Aunque todavía estamos recuperándonos
del final de la sexta temporada de Juegos de Tronos, la serie de la HBO
inspirada en las novelas fantásticas de George R. R. Martin, las noticias de
Invernalia, Poniente, los Lannister y los Stark no nos dan tregua.
Los
productores de la serie han confirmado que elegirán de nuevo España para rodar
la séptima temporada, que tendrá siete episodios, y que se estrenará
previsiblemente en el verano de 2017.
Una de estas localizaciones será
Sevilla, que repite experiencia. El Real Alcázar de Sevilla, que ya apareció en
la quinta temporada de 'Juego de Tronos', volverá a transformarse en los
Jardines del Agua de Dorne.
Pero además se incorporan nuevas
localidades a la ya extensa lista de ciudades de localizaciones españolas. Una
de ellas es Cáceres. Aunque es una suposición, todo hace pensar que al no haber
anunciado grabaciones en Dubrovnik y Girona, el conjunto medieval cacereño
podría servir para recrear en esta ocasión Desembarco del Rey. También rodarán
en el Parque Natural de Los Barruecos, en el término municipal de Malpartida.
En Andalucía podrán verse actores y
equipo de rodaje en: Almodóvar del Río (Córdoba), y en Santiponce (Sevilla).
Los otros dos escenarios anunciados
están en el País Vasco. Uno será la playa de Itzurun, en Zumaia (Guipuzkoa). El
impresionante paisaje del flysch y la ermita de San Telmo (que ya apareció en
Ocho apellidos vascos) aparecerán en Juego de Tronos. Y el otro, San Juan de
Gaztelugatxe, en Bermeo (Bizkaia).
RUTA POR LAS LOCALIZACIONES DE LA SEXTA
TEMPORADA
Y como todavía quedan unos meses para
comprobar cómo aparecerán retratados estos emplazamientos españoles en Juego de
Tronos, pero sabemos que los fans están ansiosos por visitar los siete reinos,
les proponemos realizar una ruta por los escenarios españoles de la sexta
temporada.
Un buen punto de partida es Girona, la
ciudad española que más hemos visto en la serie esta última temporada. La estructura medieval
de escalinatas, murallas y calles estrechas han sido perfectas para la serie. La
ciudad representaba entornos de Braavos. El entorno del monasterio-abadía de
Sant Pere de Galligants, sede del Museo de Arqueología de Cataluña, fue el
puerto de la ciudad ficticia. La Plaça dels Jurats se convirtió en un teatro, y
varias de las calles del centro medieval de la ciudad sirvieron a modo de zoco.
Las escaleronas y la fachada de la Catedral de Santa María representaron el
Gran Septo de Baelor en Desembarco del Rey.
También en tierras catalanas se
encuentra el Castillo de Santa Florentina, en Canet de Mar. En la serie aparecía
como Colina Cuerno, el hogar de la casa Tarly.
Después hay que trasladarse a los
paisajes semidesérticos de las Bardenas Reales (Navarra). Este
Parque Natural de belleza salvaje declarado Reserva de la
Biosfera por la UNESCO fue el escenario perfecto para representar
el Mar Dothraki, la inmensa árida estepa poblada por guerreros a caballo.
Otro de los lugares que ningún seguidor
de la serie puede perderse es el Castillo de Zafra, en el municipio de Campillo
de Dueñas (Guadalajara). Aquí se recreó la Torre de la Alegría de Dorne.
Imprescindible también visitar Peñíscola.
El castillo de Benedicto XIII, “el Papa Luna” y el casco antiguo de la ciudad se
convirtieron en la ciudad de Meereen (ciudad de la Bahía de los
Esclavos). Como curiosidad un restaurante local, Cinquanta, elaboró un
menú especial inspirado en los siete reinos de Juego de Tronos. Lo sigue
ofreciendo, pero bajo petición.
Y la ruta puede concluir en Almería,
que acogió parte del rodaje de dicha temporada, en escenarios tan emblemáticos
como el Conjunto Monumental de la Alcazaba, el paraje de El Chorrillo de
Pechina, el desierto de Tabernas, la Torre de Mesa Roldán de Carboneras y los
karst en yesos de Sorbas.
Está claro que Juego de Tronos es un
imán turístico, y que nuestro país tiene atractivos
turísticos para representar este continente imaginario donde diversas casas
reales intentan alcanzar el poder mediante intrigas y traiciones.
Por Eva Madruga