Durante su estancia en Madrid Murray nos explicó todo el ritual que gira alrededor de la pinta perfecta. Primero de todo debemos saber que una pinta de Guinness se tira en dos tiempos, el proceso dura exactamente 119´5 segundos y, después, “se bebe primero con los ojos, admirando la belleza del contenido; se levanta con orgullo el vaso y se toma un sorbo, siempre con los ojos en el horizonte”.
Por último, se enseña al consumidor a degustar "la dulzura de la malta y el sabor tostado de la cebada y sentir una explosión de sabor”. Si todo lo anterior falla, Murray siempre dice una cosa: “bebe la cerveza y saborea cada gota, es la manera de beber una Guinness perfecta”.
0 comentarios:
Publicar un comentario