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Club Paralelo20
El pasado fin de semana los madrileños y madrileñas celebraron sus fiestas patronales en honor a San Isidro Labrador. En Paralelo20 quisimos rendir un pequeño homenaje a la capital y sus habitantes repasando algunas de las curiosidades que envuelven Madrid y sus fiestas.
1 - Chulapos/as vs. Manolos/as
O lo que es lo mismo, Malasaña vs. Lavapiés, Y es que estos son los apelativos que recibían los vecinos de cada barrio. Aunque no está muy claro su origen, si que podríamos decir que acabaron triunfando los chulapos/as, ya que es el "gentilicio" más extendido.
2- Más chulo que un ocho
¿Cuántas veces habremos oído decir que los madrileños son "más chulos que un ocho"? ¿Y alguien se ha parado pensar qué significa?
El tranvía número 8 recorría Madrid desde la Puerta del Sol hasta San Antonio de la Florida y era el medio de transporte elegido por los chulapos y chulapas para ir al baile del Parque de la Bombilla.
Los vecinos de la zona del Manzanares que veían pasar estos tranvías llenos de chulos fueron los primeros en acuñar la expresión.
3- El origen del Chotis
Hay pocas cosas más típicas de Madrid que un chulapo y una chulapa bailando un chotis. Pero por muy castizo que parezca, este baile no tiene su origen en Madrid, ¡ni siquiera en España!
El chotis nació en Escocia como un baile típico de los campesinos, pasó por Francia con el nombre de Écossaise (escocesa) hasta llegar a Alemania, donde se convirtió en Schottisch, una danza cortesana al ritmo de las composiciones de Schubert, Chopin o Beethoven.
La primera vez que se bailó un chotis en España fue en 1.850, en una fiesta en el Palacio Real de Madrid organizada por Isabel II y en la que los músicos interpretaron el Schottisch. Fue tal el éxito que tardó poco en popularizarse y convertirse en "nuestro" chotis.
4- ¿Por qué a los madrileños se les llama "gatos"?
El origen de este apelativo se remonta a la época de la Reconquista. En 1.083 Madrid era tan solo una fortaleza militar musulmana, aunque de vital importancia estratégica, llamada Mayrit.
La dificultad para tomar la fortificación llevó al monarca Alfonso VI a tomar una decisión poco ortodoxa. Un joven soldado al que apodaban "Gato" por su agilidad y destreza para escalar muros, fue el elegido para liderar el ataque.
Usando una daga, "Gato" comenzó a perforar pequeños agujeros entre los ladrillos del muro defensivo y, trepando como un felino, consiguió acercarse sigilosamente hasta una torre de vigilancia. Detrás de él fueron los soldados, quienes silenciaron a los guardias y después lanzaron un ataque sorpresa.
"Gato" se convirtió en un héroe nacional tan famoso que con el paso del tiempo el término "gato" identificó, primero, a cualquier persona valiente de Madrid, y finalmente su significado se extendió para abarcar a cualquiera que hubiera nacido en la ciudad.
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