La Ruta 66: "Born To Be Wild"

También conocida como The Main Street of America, The Mother Road o la Will Rogers Highway, la Ruta 66 es sin duda la carretera más mítica y conocida del planeta. Ha sido escenario de decenas de películas e inspirado otras tantas canciones, convirtiéndose en un hito cultural en los Estados Unidos.

Su halo de libertad salvaje también ha traspasado fronteras durante décadas y, aunque a lo largo de la historia ha sufrido numerosos cambios de trazado y hoy ya no existe como tal (sustituida por la Red de Autopistas Interestatales de Estados Unidos), continúa atrayendo a viajeros y curiosos de todos los rincones del mundo, como Pau Llavador y María Adell (a la que tuvimos el placer de entrevistar en Paralelo20) autores de "Ruta 66: coches, moteles y canciones de película".

Si tu sueño siempre ha sido cruzar Estados Unidos por carretera no lo dudes, abróchate el cinturón y disponte a recorrer los casi 4.000 kilómetros de la histórica Ruta 66. Aquí tienes unos consejillos para disfrutar del camino a través de los 8 estados que cruzarás: Illinois, Missouri, Kansas, Oklahoma, Texas, Nuevo México, Arizona y California.

1- Antes de empezar...

Súbete al coche, sube la música a tope y ponte este clásico del rock americano, ¡hay que cargar las pilas antes de empezar!

2- Admirar la arquitectura de Chicago

La Ruta 66 comienza en la "Ciudad del Viento" que también está considerada como la ciudad donde surgieron los rascacielos, no en vano en sus calles podemos encontrar más de 1.000 "edificios altos" entre los que destaca el Willis Tower. 

3- Hacerse una foto en cada mural

Vale, en realidad esta se trata de una misión casi imposible. Y es que prácticamente en cada pueblo por los que pasa la Ruta 66 podemos encontrar un gigantesco mural con diferentes motivos, ¡te será difícil elegir tu favorito! 

4- Disfrutar de la gastronomía americana 

Hay pocas cosas más típicas en la Ruta 66 que hacer un alto en el camino para comerte una buena hamburguesa o un juego steak en uno de los míticos diners. Y como diría Homer Simpson: "de beber... ¡albóndigas!"

5- Atravesar un "pueblo fantasma"

Son muchos los pueblos abandonados tras la sustitución de la Ruta 66 por la Red de Autopistas Interestatales de Estados Unidos. Pueblos que estaban enfocados a satisfacer las necesidades de los conductores que por allí pasaban y que únicamente cuentan con una calle principal antaño plagada de cafeterías, restaurantes, tiendas, talleres y gasolineras. 

Hoy en día todos los comercios están cerrados y sus antiguos habitantes han huido en busca de un lugar mejor, pero merece la pena pararse un rato y pasear unos minutos por sus calles desiertas, ¡una sensación indescriptible!

Estas son nuestras pequeñas recomendaciones, pero la Ruta 66 ofrece mucho más: "cementerios" de coches antiguos, los célebres ranchos de Texas, ciudades como Oklahoma... Un viaje absolutamente inolvidable.