Ya estamos en pleno otoño (aunque las temperaturas digan lo contrario) y es tiempo de setas. En Paralelo20 somos muy aficionados a la micología, la ciencia que se dedica al estudio de los hongos; y como queremos que vosotros, nuestros oyentes/lectores, descubráis esta actividad campestre tan agradable y otoñal, os vamos a dejar una serie de consejos para que salgáis al campo a doblar el espinazo en busca de setas.
Vayamos por partes... ¿Qué necesitamos para ir a buscar setas? Olvídate de carísimos artilugios, equipaciones cuasi-profesionales, herramientas sofisticadas y demás parafernalia. Solo necesitas calzado cómodo, ganas de andar, una buena navaja, una cesta de mimbre y un pincel o una brocha.
Pero... ¿Dónde podemos encontrarlas? Este post nos da una serie de pistas sobre los lugares en los que es más fácil encontrarlas.
Una vez en el lugar adecuado y con la primera de las setas delante (estando completamente seguros de que es comestible), estos son los pasos que debemos seguir: con la navaja cortamos la seta entera, es decir, la parte que sobresale de la tierra. Lo que hay bajo tierra es el hongo en sí, que tenemos que respetar para que vuelva a crecer una nueva seta (que no es otra cosa que el fruto del hongo).
Después, le quitaremos los restos de tierra con el pincel. No es recomendable limpiarlas con agua abundante, puesto que hace que pierdan sabor (al llegar a casa les pasaremos un trapo ligeramente húmedo). Para transportarlas usaremos la cesta de mimbre, las bolsas de plástico solo contribuyen a la fermentación y la putrefacción. Además, el mimbre permite que las esporas que puedan soltar las setas lleguen al suelo, lo que favorece el crecimiento de nuevos hongos.
Una vez terminada nuestra jornada de recogida llega la mejor parte, ¡comérselas! ¿Quién se anima a darnos una buena receta con setas?
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